La verdad: Este mito está enraizado en la imagen de la meditación como una práctica esotérica reservada sólo a los santos, hombres sagrados y adeptos espirituales. En realidad, cuando recibes la instrucción por parte de un profesor conocedor de la materia y con experiencia, la meditación es fácil y divertida de aprender. Las técnicas pueden ser tan simples como concentrarse en la respiración o repetir un mantra en silencio. Una de las razones por qué meditar puede parece difícil es que tratemos de concentrarnos demasiado, estemos demasiado aferrados a los resultados, o no estemos seguros de hacerlo bien. En nuestra experiencia en el centro Chopra (Chopra Center), aprender a meditar con un profesor cualificado es el mejor modo de asegurar que el proceso sea agradable y que obtengas lo máximo de tu práctica. Un profesor te ayudará a entender lo que estás experimentando, a superar obstáculos comunes y crear una práctica diaria estimulante.